"METADATO"
¿Qué es un "METADATO"?
Los metadatos son un término que se acuñó en los años 60 para describir un conjunto de datos, pero es ahora cuando está obteniendo más importancia y cuando más se está escuchando por el mundo virtual. Su primera acepción fue la de dato sobre dato, pero a partir de 2004 fue evolucionando hasta convertirse en los que hoy conocemos: metadatos.
La etimología de este término consta de dos palabras, una griega y otra latina. Por un lado la palabra griega “meta”, que significa después de o más allá de, y por otro lado el vocablo latino “datum”, que significa dato. Así mismo, se forma la expresión metadatos como más allá de los datos. En base a esto, metadatos son un conjunto de datos que describen el contenido informativo de un recurso, de archivos o de información de los mismos. Es decir, es información que describe otros datos. No obstante, la palabra metadatos no tiene una definición exclusiva, ya que son varias las expresiones con las que se conoce, tales como informaciones sobre datos, informaciones sobre informaciones o datos sobre informaciones.
A pesar de que la palabra metadatos se emplea en la actualidad, generalmente para el ámbito de la informática, el concepto es anterior a Internet, si bien el interés que ha suscitado ha hecho que se utilice en este entorno. El término metadatos es principalmente muy usado en el ámbito de la informática, enfocado a las empresas debido a la adquisición de una relevancia única en los últimos tiempos como consecuencia de las grandes cantidades de información que se manejan actualmente en las compañías. Por ello se emplean los metadatos como ayuda para gestionar los datos o información con que trabajan para una mayor efectividad y rendimiento.
Clasificación de metadatos
En base a todo lo relacionado anteriormente, se puede ver que los metadatos son una herramienta que proporciona la ayuda necesaria a las empresas que dominan una gran cantidad de información, organizándola para facilitar el trabajo de los usuarios y acelerando su productividad. Además, son muchos los usos para los que se emplean los metadatos, pero antes de seguir avanzando en materia debemos hacer un alto en el camino, para conocer la clasificación de los metadatos en cuanto a sus funciones. Así, estos se clasifican usando tres criterios esenciales, diferenciados por: su función, su variabilidad y su contenido.
- Por su función: en esta primera clasificación, se entiende que los datos que se manejen pueden pertenecer a uno de los tres tipos de funciones que tiene: lógicos, simbólicos o subsimbólicos. Detallándolos brevemente, podemos decir que los lógicos son datos que explican de qué manera los datos simbólicos pueden usarse para hacer deducciones de resultados lógicos, por lo que se caracterizan por la compresión. Los datos simbólicos son aquellos que detallan los datos subsimbólicos, por lo que agregan sentido. Y por último, los datos subsimbólicos son lo que no contienen información alguna sobre su significado.
- Por su variabilidad: en este aspecto, los metadatos se pueden clasificar según la variabilidad de los mismos, en dos grupos. Por un lado, estarían los inmutables, que son los datos que no cambian independientemente de la parte del recurso que sea visible. Y, por otro lado, estarían los mutables, que son aquellos que son diferentes de los demás e incluso difieren de parte a parte.
- Por su contenido: esta última clasificación es la más usual. En este caso, se fraccionan los metadatos por su contenido. De este modo, se da la posibilidad de distinguir entre los metadatos que detallan el recurso en sí y los metadatos que describen el contenido de ese recurso. Sin embargo, se puede incluso subdividir estos dos grupos en más subgrupos dependiendo de la precisión con la que queramos llevar la clasificación de los datos.
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